Fuente:
abc La
malnutrición es uno de los principales problemas de los más mayores. Especialmente
preocupantes son los casos de ancianos que comen poco y que van perdiendo tono
físico paulatinamente hasta que llegan a desnutrirse, con el agravante de que
este estado es difícil de detectar en una visita rutinaria al médico.
Hay muchas más personas que afrontan su vejez en soledad: Hay que vigilar,
pues, faldas y pantalones que se caen, cuellos de camisa que empiezan a quedar
grandes de repente o cinturones que se ciñen cada vez más, situaciones que quizás
percatamos cuando ya es demasiado tarde. La desnutrición es,
además, una fuente inagotable de males: Los niveles de azúcar o grasa en
la sangre suben, hay estreñimiento, adelgazamiento, debilidad, apatía, mayor riesgo
de enfermar, más fracturas, las heridas tardan más tiempo en curarse.
No es lo mismo comer solo que
acompañado
¿por
qué comen mal?
Las razones son muchas:
Contar con mala dentadura.
Tener mala vista para cocinar.
Enfermedades crónicas.
Poca soltura de movimientos.
No tener suficiente dinero para hacer una buena compra.
No poder ir al mercado por sus propios medios.
En otros casos hay problemas de mala absorción de alimentos por enfermedades gástricas.
El factor social es también muy importante.
Las personas que viven con algún familiar gozan de una alimentación
mucho más equilibrada. Tener buenas relaciones sociales también ayuda. Por ello,
la desnutrición es mucho más común en la ciudad que en el campo. Aunque
la obesidad también es un problema de malnutrición en los mayores, los especialistas
creen que es más preocupante la desnutrición que el sobrepeso en este tipo de
pacientes. La alimentación adaptada puede ayudar a mantener en buen
estado a los mayores con más déficits nutricionales. La comida deja de ser siempre
el mismo puré verde calentito. Hay preparados farmacéuticos con diferentes
sabores, texturas, colores, algunos pueden tomarse fríos... Eso rompe la abulia
alimentaria de muchos ancianos. Aunque se es viejo oficialmente a partir de la
edad de la jubilación -65 años-, el envejecimiento es un proceso dinámico que
empieza a gestarse a partir de los 30, según los especialistas. Se trata de un
declinar muy lento y progresivo que depende mucho de cada persona e incluso de
cada órgano del cuerpo. Pero para los geriatras, no es tan importante la edad
como la funcionalidad que conserva el paciente. La vejez es también una pérdida
de los mecanismos de reserva. En cuanto hay funciones mermadas en una persona
mayor, todo se resiente y el cuerpo no puede regenerarse tan fácilmente.
La desnutrición real se desconoce porque a nadie
le gusta reconocer que un anciano que tiene a su cargo, bien sea en una institución,
un hospital o en el propio domicilio, presenta carencias alimentarias, sean del
tipo que sean. | |