Llega
una edad en la que, lamentablemente, la salud cobra una importancia tal que estar
pendientes de ella puede resultar algo duro. Por eso hay que cuidar la alimentación
de tal manera que el cuerpo sea capaz de luchar por sí mismo contra los
achaques, que, eso sí, no tienen edad.
En
la edad avanzada es preciso tener en cuenta que las necesidades nutricionales
varían considerablemente. Hay alimentos que ayudan a la salud. Para su
conocimiento les ofrecemos las siguientes recomendaciones:
La alimentación debe ser rica en proteínas (las que te ofrecen las
carnes menos grasas, las legumbres o el pescado fresco), moderada en carbohidratos
y azúcares y relativamente baja en grasas (carnes magras, mantequillas,
embutidos...)
Es muy recomendable el consumo de fibra (frutas
y verduras) y de alimentos ricos en vitaminas y minerales para evitar el escorbuto,
la anemia... etcétera. Así como de alimentos ricos en almidón
refinado, como el cereal, el arroz integral y las patatas.
La dieta, además de variada y regular
(fracciones de ingestas sobre las 5 o 6 tomas al día de poca cantidad
pero elevado valor nutritivo) ha de tener alimentos fáciles de digerir,
así que lo ideal es evitar los condimentos fuertes y las grasas excesivas.
No debe abusarse de los alimentos ricos en
sodio (pan blanco, jamón, tocino...)
En caso necesario, es preciso recurrir a
suplementos vitamínicos que te ayuden a sentirte mejor y a suplir las posibles
carencias que tu cuerpo sufre.
Beber, por lo menos, un litro y medio o dos
de agua al día, como tratamiento preventivo del estreñimiento. Es
muy recomendable el consumo de líquidos a intervalos durante el día
para mantener así una filtración renal correcta.
Reducir los fritos (y, en todo caso, freír
con aceite vegetal, nunca con mantequilla o manteca). Alimentos
permitidos Lácteos, carne magra, ternera, pollo sin
piel, pescado blanco o azul, huevos duros o en tortilla, legumbres en puré,
preferiblemente pan integral, frutas, todas las verduras (menos col fermentada),
aceite vegetal, margarina, zumos... Alimentos
a limitar Quesos grasos, carne grasa, cerdo charcutería,
salchichas, huevos fritos, pastelería, frutos secos, mantequilla, nata,
bebidas alcohólicas (excepto un vaso de vino en las comidas). |