Es necesario contar con las condiciones
psicoafectivas y los recursos para brindar un medio propicio al hijo que está
por venir, empezando por la buena salud de la mamá.
Claudia M.
Scarpetta / Joaquín G. Gómez D.
Ginecóloga - Centro Médico Imbanaco / Ginecólogo
Clínica Las Américas
Rainer
María Rilke, famoso literato checo decía que "en la vida no
hay clases para principiantes; en seguida exigen de uno lo más difícil";
en el caso de la maternidad ocurre lo mismo; por ello las mujeres y sus parejas
deben estar preparadas para llevar esta experiencia de manera exitosa, asumiendo
el reto de dar vida, hogar, formación y salud a esa personita que está
por venir. Los cuidados prenatales deben comenzar en el momento en que
se decide tener un hijo, incluso, antes de abandonar el método anticonceptivo
conviene adoptar un estilo de vida sano que hará más fácil
disfrutar de este período sin que aparezcan complicaciones. Cuestiones
tan sencillas como cuidar la alimentación, consultar con el especialista
antes de tomar un medicamento, dejar de fumar y de beber alcohol, serán
los primeros actos de amor hacia el hijo que se quiere. Es fundamental
que la pareja sea consciente de lo mucho que puede cambiar la vida la llegada
de un hijo. Ambos son los responsables de esa vida que ya está pronto a
explorar el mundo exterior. Existen cursos de preparación para
la maternidad, donde siempre se recomienda que el padre asista a ellos, el objetivo
principal es brindar la información adecuada sobre el embarazo, el parto
y el post-parto y crear espacios de comunicación entre la madre, el padre
y el bebé, para llevar así a una gestación que se experimenta
de manera plana y sin temores. |