
Riesgos a edad avanzada...
Lo que hace que haya más riegos en el embarazo de una
mujer mayor de 40 años es el aumento del riesgo de
procrear hijos con defectos congénitos (cualquier anomalía
en el desarrollo morfológico, estructural, funcional
o molecular presente al nacer externa o interna, familiar
o esporádica, hereditaria o no y única
o múltiple).
Existen las trisomías cromosómicas: una alteración
en el número de los cromosomas con consecuencias muy
variadas en el futuro bebé. Entre las más frecuentes
está el Síndrome de Down.
El 95 por ciento
de los casos de Síndrome de Down están relacionados
con la edad de la madre. Dependiendo de las características
de cada embarazo, el médico puede recomendar la práctica
de una amniocentesis, esta prueba sirve para detectar no sólo
el síndrome de Down, sino también otras anomalías
cromosómicas. La prueba no es dolorosa y dura pocos
minutos.
En ésta se invade el útero para extraer una
muestra de líquido amniótico con el fin de analizar
las células del feto.
Otras anomalías
asociadas con el embarazo en mujeres mayores de 35 años
son:
Aborto espontáneo
Parto prematuro
Restricción en el crecimiento fetal
Aumento de las posibilidades de una diabetes gestacional
Estados hipertensivos del embarazo
Desprendimientos prematuros de la placenta, que llevan a la
muerte fetal y materna.
La muerte fetal sin causa aparente
Dificultades en el momento del parto: detenciones, desgarros
y ruptura uterina, entre otros.
El desarrollo del embarazo se debe vigilar con un control
prenatal especial de alto riesgo
con citas frecuentes y múltiples pruebas diagnósticas
que incluyen una amplia variedad de análisis que tienen
como fin diagnosticar y tratar precozmente cualquier complicación.
Estas pruebas han evolucionado muchísimo durante los
últimos 10 años y es así como actualmente
se pueden conocer la mayoría de las complicaciones,
aunque la ciencia médica todavía tiene enigmas
y se pueden presentar problemas que se escapan a todo examen,
como es el caso de la muerte súbita intrauterina. |