De situaciones estresantes podemos
sacar aspectos positivos como el hacer frente a las
exigencias y peligros de la vida, una vez asumida esta
actitud podemos disfrutar de los goces cotidianos y
así saber controlar nuestros miedos y temores.
Por Henry García P.
Médico Urólogo
Autor del libro "Control Mental" de Editorial
Norma
Términos como nervioso, tenso, intranquilo, angustiado,
son empleados indiferentemente para referirnos a la
ansiedad, un frecuente estado psicológico que
se presenta en la vida práctica de
una persona y que puede presentarse en menor o mayor
grado dependiendo de las características del
individuo.
El estudiante a punto de presentar un examen, algunas
personas antes de un viaje, el deportista ante una competencia,
el ejecutivo o profesional ante una decisión,
problemas económicos, entre otros, son algunas
formas de ansiedad producidas por la estimulación
del hipotálamo (exactamente del sistema límbico)
y se presentan normalmente en cualquier situación
estresante, generalmente este tipo de ansiedades no
requieren tratamiento, pues
son fácilmente superadas.
Si la ansiedad es muy frecuente ante diversos estímulos
negativos, la hormona del estrés
-el cortisol- aumenta e interfiere en la organización
cerebral de las ideas, dificultando la función
de la memoria, la coordinación neuromuscular
y el buen razonamiento. Es aquí donde la práctica
del "Control Mental" se pone en acción,
pues enseña que por medio de la respiración
adecuada y utilizando el cerebro derecho, la persona
con el problema imagine y visualice favorablemente cualquier
evento adverso, analice y supere situaciones negativas,
adquiriendo confianza, positividad y mente de ganador.
¿Y
qué es el estrés?
El estrés o eutrés como debería
llamarse, es considerado por la mayoría de las
personas como algo anormal que nos mortifica y deprime,
sin embargo, pocos saben que es también un estado
psicológico especial muy importante, es un motor
que nos mantiene llenos de energía
y entusiasmo para alcanzar una meta, hacer frente a
las exigencias, asumir los peligros de la vida, obtener
salud y progreso, para así disfrutar de los goces
cotidianos.
Cuando el estrés aumenta ya se considera distrés
y ha llegado a causar un gran número de muertes
por enfermedades cardiovasculares y depresión,
así que si persiste la angustia y de forma totalmente
negativa en su mente y cuerpo, no dude en consultar
a su médico, él sin duda, le ayudará
a esclarecer el panorama.