Las
personas no pueden cambiar sus genes, pero sí sus
hábitos de comportamiento, de alimentación
y actividad física. Quienes tienen predisposición
genética a la obesidad la pueden evitar o mantenerla
bien controlada.
Recomendaciones
para cuidar el peso
Elegir alimentos con mejor contenido nutricional y menos
grasa.
Reconocer los factores del medio ambiente que desencadenan
deseos de comer
cuando no se tiene hambre.
Incorporar dentro de la rutina diaria el ejercicio.
Aprender a gratificarse con cosas diferentes a la comida.
Para
tener en cuenta
No utilizar métodos agresivos para adelgazar, especialmente
cuando no están controlados
por el médico.
No sentir culpa del fracaso en perder peso ni permitir comentarios
negativos sobre ello, ni desprecio por no poder seguir una
dieta y mucho menos asimilar la obesidad con un problema
de fuerza de voluntad.
Nunca admitir un trato basado en el temor.
Es cierto que la pérdida de peso reduce la severidad
de ciertas enfermedades como la diabetes y la hipertensión,
sin embargo por la alta probabilidad de que ese peso se
recupere, vale la pena considerar los beneficios que se
pueden obtener de forma permanente.
¡Tu bienestar, una
tarea que se construye cada día, empieza hoy!
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