Se considera que una pareja es infértil cuando ha pasado alrededor de un año de una vida sexual activa, sin planificar y sin lograr el embarazo. Hoy en día esto es un problema bastante frecuente y estudios estadísticos han demostrado que más o menos el 20% de las parejas son infértiles.

Existen causas de infertilidad femeninas y masculinas, casi en igual cantidad, aunque hay algunos casos de infertilidad inexplicada, o sea parejas a las cuales a ninguno de los dos se les encuentra algún problema, pero no pueden lograr el embarazo. Las causas más frecuentes de infertilidad femenina son: fallas en la ovulación, defectos anatómicos, congénitos o adquiridos, en los genitales internos como fibromas uterinos, obstrucción de las trompas de Falopio, endometriosis, embarazos extra uterinos, etc.

Otras causas de infertilidad femenina pueden darse por factores endocrinológicos, genéticos o inmunológicos. En la infertilidad femenina juega un papel muy importante la edad de la mujer, ya que a partir de los 35 años está seriamente comprometida la fertilidad y este problema es mayor si la edad está por encima de los 40 años. La infertilidad masculina está dada por alteraciones de la producción y calidad de los espermatozoides. Este problema puede ir desde algo muy leve, hasta casos muy severos, en los cuales no hay producción de ningún espermatozoide (azoospermia).

Para estudiar estos problemas, el hombre debe hacerse un espermograma minucioso en el cual se evalúe la cantidad de espermatozoides de la muestra, su vitalidad, el porcentaje de formas normales y anormales, y la posible presencia de infección. Además, debe ser evaluado por un médico especialista en Andrología o en Urología para determinar anormalidades del examen
físico del paciente.

Los problemas de infertilidad son un duro trance que muchas parejas deben afrontar. Más allá de quien sea el infertil, la imposibilidad de tener hijos provoca ansiedad, malestar, llegando incluso a interferir el disfrute de la intimidad. Pero para quienes el deseo de ser padres es fuerte, la ciencia les puede ofrecer posibilidades de solución prácticamente para todos los casos.

Una vez la pareja ha decidido tratar el problema de infertilidad se debe hacer un estudio por parte de un equipo de profesionales con formación en el campo de la infertilidad y la reproducción humana que incluye ginecólogos, urólogos, andrólogos, biólogos y sicólogos, entre otros, y dependiendo del diagnóstico se escoge cual de las diferentes técnicas de reproducción asistida es la ideal para el caso. El tratamiento puede incluir cirugía y la formulación de hormonas fuertes entre otras alternativas. Pero, independientemente del tratamiento que se indique, es importante que los miembros de la pareja tomen en conjunto la decisión de cómo proceder.