Asesoría: Edgar Lozano C.
Oftalmólogo - Cali
Unas
gafas de mala calidad...
Pueden llegar a ser más peligrosas que el no usarlas,
puesto que la pupila, como mecanismo regulador de entrada
de luz al ojo, disminuye y aumenta su tamaño en función
de la intensidad luminosa visible y si es "engañada"
por el tono oscuro de unos lentes que no filtran el paso
de las radiaciones nocivas invisibles, aumenta su diámetro
para dejarlas pasar. Así, el ojo queda expuesto a
las radiaciones nocivas. Es fundamental que las gafas de
sol sean realmente filtros de protección.
Una buena gafa de sol debe hacer frente a todas las consideraciones
expuestas sobre las radiaciones solares y además
no debe renunciar al mantenimiento de una buena agudeza
visual. Las lentes de sol, como filtro protector, no solamente
han de absorber la luz sino que también deben limitar
la absorción de las radiaciones, sin rebasar el límite
necesario para el mantenimiento de una buena visibilidad.
El diseño y fabricación de las lentes debe
estar regido por estrictos controles de calidad. Unas gafas
de sol, equipadas con lentes cuya función de filtro
protector sea buena pero que sus superficies sean irregulares
y provoquen distorsiones en el espacio visual, no merecen
ningún tipo de confianza.
Todas las buenas lentes de sol bloquean la mayor parte de
los rayos ultravioleta. Algunas permiten que se absorban
casi todas las ondas de luz visible. Otras están
diseñadas para filtrar selectivamente la luz, permitiendo
el paso de ciertas ondas únicamente.
El aspecto final de la lente es el resultado de todo un
largo proceso de investigación técnica y clínica
en el que se combinan distintos materiales y tratamientos,
tanto en su composición como en su aplicación,
para adaptar mejor el filtro de protección a cada
necesidad y situación.
La popularización de las gafas de sol, su diversificación
en la oferta y los dictados de una moda que cambia constantemente,
han creado un mercado paralelo en el que el concepto básico
y prioritario de la gafa de sol, que es la protección
de los ojos, ha pasado a un segundo término.
La fabricación masiva, sin ningún tipo de
control que garantice una adecuada protección visual,
genera productos de mala calidad que se distribuyen irregularmente.
Muchas personas, guiadas erróneamente por la búsqueda
de un precio bajo, no son conscientes de los graves trastornos
que implica el uso de unas gafas que, además de no
proteger, perjudican su visión.
Recomendaciones...
Al comprar gafas se debe tener en cuenta que la protección
que brinda el color de las lentes es un aspecto importante
pero no es el único.
Por ello es fundamental adquirir las gafas de sol en centros
ópticos especializados, atendidos por profesionales,
que están capacitados para ayudarle a proteger su
visión, además de ayudarle a que usted se
"vea" mejor.
Además de verdes, ahora se han puesto de moda las
de lentes rosadas y hasta púrpuras; todas en lindos
diseños tecno, pero solo pocas cuidan de la visión.
Aprenda a protegerse.
Unas gafas de sol de mala calidad, cuya capacidad de protección
solar sólo se limite a reducir la intensidad luminosa
visible mediante el tono oscuro de sus vidrios pueden llegar
a ser más peligrosas que el no usarlas, pues "engañan"
la pupila por el tono oscuro de las lentes, dejando pasar
sin control las radiaciones nocivas.
¡Para el cuidado
de tus ojos, usa gafas de sol
con filtros de protección!
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