Bicicleta
En nuestras calles y caminos se puede observar cómo aumenta, día a día, la afición por las dos ruedas. Pero conviene conocer algunos trucos para que pedalear sea realmente divertido. 


No pierda el tiempo en cuanto tenga un rato libre, monte en bicicleta y láncese a realizar emocionantes paseos sobre sus dos ruedas.


Pero atención:
Sería una tontería arruinarse, a causa de algunas desventuras. Por eso memorice las sugerencias que le ofrecemos:

Evitar los excesos: La euforia de las primeras salidas y la sensación de libertad propia de la bicicleta pueden llevarnos a cometer excesos. Es mejor limitar la duración, de los primeros paseos.
Los aceleronesdel corazón y los esfuerzos musculares excesivos no producen molestias inmediatas, pero después de dos o tres excesos surgen los problemas.
Comenzar de forma gradual, limitándose a un par de horas de bicicleta y sobre todo alternar la bicicleta con otros deportes como caminar o nadar.
 No confiarse al entrar en calor: El golpe del calor es un enemigo traicionero, porque basta una ligera brisa para que el sudor se enfríe y nos provoque un buen resfriado.
 Beber agua en abundancia y sobre todo no pedalear con el torso desnudo.
Prendas adecuadas: . Es importante llevar al menos el culotte de ciclista, con fondo reforzado para evitar irritaciones. Además hay que utilizar siempre casco, porque un instante de distracciòn puede traernos fuertes inconvenientes. Los guantes de ciclista permiten un buen control del manilar incluso con las manos sudadas.

Diez minutos de cuidados
La bicicleta debe mantenerse en condiciones, sobre todo en verano, porque el polvo se mete en todas partes.

Para limpiar el cuadro bastan 10 minutos
Hay que utilizar agua, sin jabones ni otros ingredientes que podrían estropear la pintura.
Después debe secarse cuidadosamente con una gamuza, que puede ser sintética.
La cadena se limpiará de grasa con los disolventes adecuados, de venta en establecimientos, especializados.
Y si acabamos de comprar la bicicleta conviene controlar los tornillos de los frenos, el manilar, el sillín y los pedales, porque pueden estar ligeramente flojos.
La misma operación debe efectuarse, con sumo cuidado, cuando no hemos utilizado la bicicleta desde hace mucho tiempo.