Marcar las abdominales
Un estómago liso, con unos músculos abdominales definidos
que marquen diferencia, es el sueño de muchas mujeres.

¿Cuál es el secreto de un abdominal perfecto?
En primer lugar, antes de realizar abdominales debe tener en cuenta dos factores: Una postura correcta es la garantía del éxito. Nunca, hay realizar ningún ejercicio arqueando la espalda hacia arriba, algo que por defecto y si no se controla es demasiado habitual y puede llegar a provocar distensiones. Y para colmo, ni rastro de abdominales fibrados.

La zona lumbar (en la espalda, a la altura de los riñones) debe estar pegada al suelo, aún cuando levante el tronco para ejercitar la musculatura. El tronco sí sube, los lumbares no.

Las piernas deben estar siempre flexionadas respecto al tronco para evitar tirones en piernas y estómago.


Los cuádríceps (los músculos de la parte anterior de la pierna, “los muslos” y “las pantorrillas” para entendernos) siempre deben estar relajados porque acumulando tensión en la zona sólo consigue una rigidez innecesaria que hace más propensa a la lesión.

Tiempo e intensidad
Quienes se machacan diariamente con altas dosis de ejercicio abdominal es probable que  acaben consiguiendo todo lo contrario a su propósito inicial. Y es que los músculos pueden llegar a, como se dicen en el argot de los profesionales del fitness, “quemarse” de tanto abuso desmedido. Tenga presente que el término medio es siempre el más recomendable cuando hablamos de salud y deporte y de que los extremos conllevan a veces un precio demasiado alto: la salud.
Muchos deportes tienden a obviar la parte media del cuerpo que, por su localización, requiere un trabajo específico y localizado que resulta poco agradecido si no se hace de forma variada y constante.